Una nueva liberación en La Habana de mosquitos Aedes aegypti evidenció las ventajas en el uso de la Técnica del Insecto Estéril (TIE) para el control de las poblaciones de vectores que producen el dengue, el zika y otras enfermedades, sobre todo en el período lluvioso y cuando surgió el virus de Oropouche, causante de la fiebre de igual nombre.
Tal ensayo comenzó en 2020 y se extenderá hasta 2026, esta vez con un vehículo aéreo no tripulado (dron), en una suelta que forma parte del experimento destinado a contrastar los efectos de la zona aérea con la terrestre en términos de supervivencia, dispersión y competitividad de los machos infecundos, coordinado por el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK).
La institución lleva el nombre de Pedro Kourí Esmeja (1900-1964), eminente investigador y docente, que recibió por su apreciable labor creadora el título de Profesor Extraordinario de la Escuela de Medicina de la Bicentenaria Universidad de La Habana.
René Gato Armas, Máster en Ciencias y médico microbiólogo, es el jefe del ensayo. En unión de su colega Misladys Rodríguez Ortega, médica epidemióloga, son los líderes de su aplicación principalmente en áreas del municipio capitalino La Lisa.
Gato Armas explicó que consiste en soltar mosquitos machos estériles que, al copular con las hembras, reducen su capacidad reproductiva y con ello la natalidad de la población silvestre, en técnica utilizada con éxito durante más de 50 años en el mundo para el manejo de plagas y larvas de interés agropecuario.
Las operaciones en el IPK
En el caso cubano, son colonizadas en el IPK a partir de huevos colectados en las propias áreas que serán tratadas y se reproducen de manera masiva en una pequeña bioplanta, equipada por el Organismo Internacional de Energía Atómica.
Con rigor minucioso, son separadas según su sexo, y los machos en estadio de pupa trasladados al Centro de Aplicaciones Tecnológicas y Desarrollo Nuclear (Ceaden), donde son esterilizados mediante radiaciones ionizantes.
De vuelta a su lugar de origen, esperan que emerja el adulto, que es alimentado y posteriormente liberado en la zona de estudio, donde los varones no pican y, en consecuencia, no molestan ni transmiten enfermedades.
La prueba está incluida en las actividades de Cuba en el proyecto Fortalecimiento de la capacidad regional para la adopción de la Técnica de Insectos Estériles (TIE) como componente de los programas de control de mosquitos en América Latina y el Caribe.
También constituye parte del Acuerdo Regional de Cooperación para la Promoción de la Ciencia y Tecnología Nucleares en América Latina y el Caribe (Arcal), que comenzó este año en una iniciativa introducida por igual en Brasil, Ecuador y México, de acuerdo con la Red de Comunicadores Nucleares de Cuba.
La primera de ellas en la nación ocurrió el 25 de noviembre de 2019, en la comunidad El Cano, de La Lisa, y ocho meses después hubo otras semanales por vía terrestre, hasta superar un millón 200 mil individuos.
El eminente científico cubano, Carlos J. Finlay (1833-1915), llegó a ser considerado en 1975 por la Unesco entre los seis microbiólogos más destacados de la historia por su descubrimiento del mosquito Aedes aegypti hembra como trasmisor de la fiebre amarilla, que todavía persiste.
Mucho tiempo después y en consecuencia, los suprimieron por completo en El Cano, por lo que es muy recomendable el seguimiento de su empleo y extenderlo, ahora que estamos en presencia de una temporada ciclónica muy activa desde junio hasta noviembre próximo. (Lino Luben Pérez, ACN)