Cuando Ana Elsy Guerra Galafert cursaba la Licenciatura en Agronomía y, en una de sus clases prácticas le exigieron enyugar bueyes, prefirió el mínimo de puntuación antes que acercarse a los animales, porque los estereotipos de género y prejuicios de esa época la hicieron sentir incapaz de realizar esas tareas, realidad que superó al pasar los años y convertirse en hábil y reconocida productora agrícola, de la mano de un hombre apasionado por el cultivo de la tierra.
Desde su posición de coordinadora de la carrera de Ingeniería Agrónoma en el Centro Universitario Municipal (CUM) de Chambas, en la provincia Ciego de Ávila, aprecia la disposición y destreza de las del sexo femenino para esas actividades, lo que confirma el desarrollo de las mujeres en una sociedad que apuesta por la igualdad de derechos y oportunidades, procurando el progreso de ellas.
El empuje que proporciona el Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres, aprobado mediante el Decreto Presidencial No. 198 del año 2021 e impulsado por la Federación de Mujeres Cubanas, y la determinación de sus representantes para rescatar su protagonismo en todos los ámbitos, también se evidencian en el CUM de Chambas, donde cada vez son más las muchachas incorporadas a la carrera de Agronomía, comentó.
No se trata solo de estar integradas a esa disciplina, sino de la motivación por adquirir conocimientos, consolidados mediante los vínculos con la Finca Escuela con Enfoque de Paisaje Rincón Los Hondones (categoría concedida por el proyecto internacional Conectando Paisajes), con un amplio historial en el desarrollo de la agricultura sostenible y convertida en unidad docente de la Universidad de Ciego de Ávila Máximo Gómez Báez.
Desde su terruño, al pie del Macizo de Bamburanao, Ana Elsy y su esposo Osveldo Gómez Reina, reconocido productor agrícola y también profesor de diversas asignaturas de la mencionada carrera, despiertan especial interés en el estudiantado mediante lecciones prácticas que le permiten conocer, en el campo, las esencias de la agricultura sostenible, promovida desde un agroecosistema montañoso que exige un adecuado manejo del suelo para desarrollar diferentes cultivos sin afectar el entorno.
Con apenas unas pocas hectáreas, esa unidad productiva se ha convertido en espacio para la observación, el experimento y la aplicación de la ciencia e innovación, en el empeño por fomentar acciones agrícolas tradicionales que faciliten la adaptación al cambio climático y a las condiciones propias del lugar, además de favorecer la implementación del Plan de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional, y tributar al autoabastecimiento local.
Explica la productora-profesora que ese enfoque económico, social y medioambiental de la agricultura suscita interés en los alumnos y la integración a esas maneras de hacer, que contemplan diversas técnicas para conservar los suelos, la producción, el uso de biofertilizantes, y el empleo de la tecnología de microorganismos eficientes, todas con probada eficacia en esa finca, debido a la salud y el rendimiento de diferentes cultivos (viandas, hortalizas, granos y frutas).
En Los Hondones los futuros ingenieros agrícolas encuentran espacio para aprender e investigar, esto último sustentado en la realización de tesis de pregrado, como la relacionada con la siembra de variedades de arroz en condiciones de secano, a partir de la cual se validan resultados de acciones que se ejecutan con la Estación Experimental de Granos Sur del Jíbaro, de la provincia Sancti Spíritus.
Ana Elsy comprende a sus alumnos cuando prefieren las clases en su estancia pues durante su tiempo de estudiante logró acumular muchos conocimientos teóricos, sin embargo, los prácticos solo los obtuvo cuando hace unos años decidió abandonar el ambiente pueblerino para aventurarse con su esposo a vivir en las faldas de aquellas lomas y sacar provecho de un terreno que, no es el mejor, pero bien manejado ha rendido excelentes frutos.
En ese lugar encontró oportunidades para superarse y contribuir a la formación de otros fuera de los habituales espacios académicos, además de hallar paz espiritual cuando al amanecer abre puertas y ventanas para disfrutar de la belleza de las parcelas, de donde provienen alimentos que sirven de sustento nutricional a la familia y la comunidad, con el valor agregado de ser sanos al estar desprovistos de productos químicos escasos y que se cotizan a altos precios inasumibles para su bolsillo.
Siempre le dijo a Osveldo que tenían que ser capaces de producir con los recursos a su alcance y así lo han hecho, con las garantías que les ofrecen sus saberes y la aplicación de la ciencia para hacer “parir” una tierra calificada por algunos como improductiva, sin embargo, logran buenos rendimientos y obtienen frutos saludables.
El espectáculo de los girasoles constituye motivo de regocijo cada mañana y evocación a la Virgen de la Caridad del Cobre.
Su preferencia por esa flor es aliciente para estudiar el intercalamiento con otras plantaciones para proporcionarles protección al conformar barreras vivas, considerando que, por el tamaño y los colores llamativos, la planta que siempre mira hacia el Astro Rey atrae insectos perjudiciales para numerosos sembrados.
Máster en Ciencias Pedagógicas y profesora asistente de la referida filial de la casa de altos estudios avileña, Ana Elsy se desempeña con el mismo éxito en el aula que en el surco, donde regularmente participa en las labores de siembra y cosecha, a las cuales también se suman otros miembros de la familia como sus hijas y yernos, una de estas parejas conformadas por médicos identificados con sus raíces campesinas y, como validación, se unieron en matrimonio al pie del lomerío, en una boda peculiar.
Pero esa no es la única historia interesante a su alrededor, teniendo en cuenta que Diana Rosa, la hija menor, inspirada en los padres, decidió un cambio de carrera al concluir el tercer año de Ingeniería Civil y la razón fundamental fue el interés por la Agronomía, disciplina que cursa con éxitos en la sede central de la universidad avileña y ha resultado una alumna ejemplar, con participación en eventos internacionales sobre esa disciplina.
Son algunos de los pasajes más interesantes en la vida de Ana Elsy, quien también llevó sus conocimientos a la hermana República Popular de Angola y ha demostrado, de diversas formas, el protagonismo que pueden asumir las mujeres en sectores estratégicos para el desarrollo del país como la Agricultura y la Educación.
Puede que esta mujer una vez, y en un contexto desfavorable, se haya sentido limitada de enyugar bueyes y arar un terreno, sin embargo, luego se sometió a pruebas más difíciles y logró vencerlas con la máxima puntuación. (Román Romero López, ACN)