El esgrimista Ramón Fonst aumentó el medallero de Cuba en Juegos Olímpicos, con sobresalientes actuaciones en las pruebas de florete y espada en la tercera edición de San Luis 1904.
Luego de conseguir preseas de oro y plata en la espada en la anterior cita (París 1900), el accionar del destacado deportista cubano, primer campeón olímpico de América Latina, se hace sentir nuevamente en la ciudad estadounidense.
De esa forma, Fonst se convirtió en el único esgrimista en la historia de los Juegos, hasta nuestros días, que ha logrado dos medallas doradas en esa modalidad.
Su calidad quedó recogida en periódicos de la época. "Ayer día siete se efectuaron ante enorme concurrencia, y en medio de la mayor expectación, los torneos de florete y espada. En ambos quedó vencedor el maravilloso Ramón Fonst".
"En el torneo de espada, cada asalto decidíase al primer botonazo. Post, champion de los EUA, y Fonst, tocaron a todos sus contrarios. El asalto entre ambos campeones victoriosos en ese torneo, se celebró ante la emoción de los espectadores, porque dependía el campeonato de un solo botonazo".
"Puestos en guardia los combatientes, en medio de un silencio sepulcral, permanecieron midiéndose con la vista por espacio de dos minutos. La expectación era solemne. Súbitamente, el joven Fonst da un salto como de tigre y toca a Post en medio del pecho".
“Ramón Fonst no fue tocado una sola vez en ninguno de los dos torneos".
"El nombre de Cuba y del cubano, es hoy el más popular entre los norteamericanos. No se habla de otra cosa en la exposición que del notable triunfo del esgrimista cubano de 22 años".
Fonst también consiguió la presea dorada en el por equipos de florete, en compañía de Manuel Dionisio Díaz y Albertson Van Zo Post, su víctima de la lid individual de espada por Estados Unidos.
Pero esas no fueron las únicas medallas de Cuba en esos Juegos, ya que Díaz, obtuvo el primer lugar en sable individual, resultado con el que los cubanos barrieron con todos los títulos individuales de la esgrima puestos en disputa.
La Isla también participó en atletismo, con el maratonista Felix Carvajal, más conocido por El Andarín Carvajal, de quien se cuenta que de no ser por una mala digestión hubiese podido conseguir una medalla.
Detalles de la prueba indican que: "Salió la carrera, y para sorpresa de los presentes, El Andarín toma la punta. A los 30 kilómetros, seguía al frente, pero Carvajal, que tenía hambre y no contaba como los demás corredores con asistentes que le alimentaran, en el trayecto se detuvo ante un árbol para comer manzanas verdes".
"Craso error. La ingestión de esa fruta le produjo una fuerte colitis que le relegó definitivamente al cuarto lugar”. (Carlos González Rego, ACN)