Valores de justicia y honradez en aquellos barbudos que asumían en 1959 los cuarteles que antes ocupaba la policía batistiana en la ciudad de Matanzas, resaltaron a la vista de Raúl González Quintana cuando apenas tenía 11 años y, pese a su corta edad, deseaba incorporase a la defensa de la Revolución.
El pequeño de humilde familia, hijo de un mozo de limpieza y una madre que se dedicaba a las labores de lavandería, conoció de cerca a los guardias de la dictadura en la Cuba neocolonial: “Yo trabajaba en un café, que quedaba en la esquina de mi casa, frente al cuartel (Enrique Estrada, donde se ubicaba el Vivac Municipal) aquellos hombres tomaban, comían, hacían millones de cosas y no pagaban; pero en enero glorioso todo cambió”.
Cuando mi mamá empezó a lavarles la ropa a los nuevos policías, ellos le dijeron que anotara cada servicio prestado junto a su costo, estuvieron varios meses sin recibir salario pero en cuanto obtuvieron el primer cobro fueron a mi casa y pagaron todo el dinero que debían; me di cuenta entonces de que estos combatientes eran diferentes, comentó.
En las Tropas Guardafronteras para la vigilancia de las costas cubanas, cuando aún era muy joven, inició el actual Teniente Coronel de la Reserva su quehacer en el Ministerio del Interior (Minint); hoy con cerca de seis décadas al servicio de este organismo aseguró tener el trabajo más bonito que se pueda desarrollar.
La diversidad de cada una de las especialidades y estar en la primera línea de combate en función de ayudar y beneficiar al pueblo, a decir de Raúl, distinguen la labor de los hombres y mujeres que integran sus filas como garantía de la Revolución.
González Quintana destacó que su trayectoria, con mayor experiencia en la labor de apoyo al trabajo de la dirección del Ministerio en la provincia, donde actualmente se desempeña, le permitió superarse: “De sexto grado que tenía cuando triunfó la Revolución, logré titularme en la carrera de Derecho”.
La familiaridad –señaló- es una característica que distingue a este organismo, como hermanos se auxilian unos a otros y son recurrentes las muestras de afecto entre los permanentes veladores de una causa común: la defensa de la Patria.
Numerosos reconocimientos y medallas evidencian la entrega y labor destacada del Teniente Coronel de la Reserva, sobresalen el Diploma por el Servicio Ejemplar, la Orden 10 Años de Servicios firmada por el Comandante en Jefe Fidel Castro, y la Distinción Elogio a la Virtud, aunque desde su modestia asegura no merecer tanto.
En sus memorias atesora con sumo cariño la ocasión en que fue seleccionado para participar en el acto por el aniversario 50 del desembarco del yate Granma, celebrado en la Plaza de la Revolución, asistencia que definió como privilegio.
Jubilado desde hace ocho años, Raúl González Quintana demuestra sentido de pertenencia y vocación de servicio; lo honra mantenerse activo en el Ministerio del Interior, en defensa de la Revolución que en 1959 le demostró tener agentes del orden comprometidos con la justicia, la honradez y lo cubano. (Laura de la C. González, ACN)