Como el mejor tabaco del mundo, la riqueza cultural, la hospitalidad de la gente, y sus playas de belleza paradisíaca, el ron cubano es también parte inseparable de la identidad de la Isla caribeña, y atrae a turistas de todo el planeta.
Las tradiciones en torno a su fabricación muy ligada a la industria del azúcar, y especialmente el sabor de la bebida espirituosa hacen que instalaciones como la ronera Eladio de Marcos Hernández, situada en la occidental ciudad de Cárdenas, constituyan un sitio de obligada visita para los interesados en el tema.
Desde países como Alemania, Rusia, Canadá y los Estados Unidos suelen llegar los viajeros para constatar el especial magnetismo de la fábrica La Vizcaya, fundada en 1878 por el español Don José Arechabala Aldama, y actualmente perteneciente a la corporación Cuba Ron S.A.
Gracias a un nuevo proyecto de desarrollo local con fondos del gobierno hoy renace de sus cenizas un vetusto edificio de la ronera, antaño nave de añejamiento, donde avanzan los trabajos de reparación que lo convertirán en moderno espacio para catar la bebida y conocer su historia.
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Áreas especializadas, cafeterías, tiendas y hasta un piano bar serán algunos atractivos del complejo, pero el plato fuerte estará en la sala de cata, con el incentivo de probar el auténtico ron Perla del Norte a pocos pasos de donde se produce en sus tres variedades: Carta blanca, Carta oro y Añejo.
Según asegura Milagros Ortega Suárez, directora general de la industria, se espera que el renovado inmueble abra próximamente sus puertas a turistas nacionales y foráneos, quienes también tendrán la oportunidad de conocer, de primera mano, el buen hacer de los maestros roneros del país.
Juega a su favor la circunstancia de encontrarse próxima a Varadero, balneario ubicado a unos 120 kilómetros al este de La Habana, conocido como el principal polo turístico de sol y playa de Cuba, donde se encuentra la segunda mejor playa del orbe.
En una oportunidad excepcional, el proyecto no solo servirá para recaudar ingresos en favor del desarrollo de la ronera Eladio de Marcos Hernández y la economía local, también favorecerá un cambio de imagen como parte de la reanimación del litoral de Cárdenas y el cuidado del entorno.
Ya se puede apreciar cómo será el nuevo centro cultural que llevará el nombre de La Vizcaya en honor a sus orígenes, gracias al esfuerzo de los propios trabajadores de la industria, obreros de la cooperativa no agropecuaria de la construcción La Estrella y artesanos del Fondo Cubano de Bienes Culturales.
La imperiosa necesidad de obtener nuevas fuentes de ingresos debido a las tensiones económicas de la nación, situación agravada por la pandemia de COVID-19, hacen que las expectativas se multipliquen en torno al nuevo proyecto, una apuesta fuerte por el auténtico sabor de la cubanía.