Texto y Foto: Rommell González Cabrera
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06 Marzo 2021

 

Idalmis Carillo Dueñas

Artemisa, 6 mar (ACN) Tan trabajadoras como los hombres, y en muchos casos más. ¿Por qué? ¿Cómo explicar que lleguen del centro laboral y asuman las tareas domésticas cual arraigada costumbre? Así de consagrada es la mujer cubana y, cómo dijera José Martí, estrella para mirar, coraza para resistir.

Idalmis Carillo Dueñas nació en Candelaria el 22 de abril de 1967 y allí ha vivido toda su vida. Primero se formó como técnica de nivel medio en contabilidad y, mientras se desempeñaba como especialista de costo en el Hospital Comandante Pinares, en San Cristóbal, le sugieren hacerse licenciada en economía.

Fue todo un reto crecer en el campo profesional. Pero el esfuerzo fue premiado y por la modalidad de curso para trabajadores Idalmis alcanzó la Licenciatura en Economía en la Universidad de Pinar del Río.

La conocí durante una visita de trabajo a la sede provincial de la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT) de la cual es subdirectora.

Supe que tuvo como ejemplos el desempeño de laboral de sus padres, que hace dos décadas trabajó en la ONAT de Candelaria y luego en la oficina de San Cristóbal como especialista principal. Cuando nació la provincia Artemisa, asumió la dirección del departamento de recaudación y en 2017 pasó a ocupar el cargo de subdirectora.

Para muchos el trabajo de oficina suele ser algo aburrido, pero Idalmis confesó que para nada. Agregó que no se trata sólo de números, tablas o estadísticas, que en la ONAT se aprende mucho, le exige preparación y actualización sistemática en materia de leyes e informática.

La vida le privó de alumbrar un hijo, pero le dio sobrinos que adora. En la oficina tiene otra parte de su familia; no es maestra, pero ha enseñado y asesorado a sus compañeros.

Idalmis no se arrepiente del camino elegido. Me dijo que volvería a ser económica y, aunque no todo es perfecto, también trabajaría en la ONAT.

Le apasiona su trabajo, disfruta aprender, escuchar a Waldo Mendoza, temas románticos y de salsa. Ella vive feliz, realizada y querida, tesoros que supo ganar con dedicación, sencillez y profesionalidad.

Dicen que todos los días se aprende algo nuevo y así es. Idalmis abrió puertas para no perder el rumbo, para ser mejor persona y no dejar de pelear por un sueño. Así son las cubanas: decididas, amorosas, heroínas.