Salseando Chévere, proyecto que integra el aprendizaje de los bailes cubanos en Alemania con clases prácticas y viajes al país de origen y a ciudades como Santiago de Cuba, destaca como una de las iniciativas culturales en beneficio de la preservación de la cultura nacional.
Según refiere Pedro Rodríguez, actual director y representante del proyecto por la Isla antillana, 24 años de trabajo lejos de Cuba le sirvieron para descubrir lo popular que resultaba encontrar clubes de salsa y casino en el viejo continente.
Al percatarse de la existencia de un mayor número de escuelas de bailes tradicionales cubanos en el exterior que en el propio país, sintió nostalgia y una profunda deuda con su patria.
El paso del tiempo lo condicionó también a romper el estigma de que "todos los cubanos saben bailar", convirtiéndose en defensor a ultranza de su cultura.
Decidió entonces tomar clases con las técnicas y metodologías utilizadas por colegas alemanes, y así, presumir sus pasos de casino, confesó el turoperador de profesión.
El nativo cubano crece cercano a sus ritmos y los adopta por imitación; sin embargo, aprender mediante conteos y estrategias de las academias foráneas, dota a las instituciones radicadas en Europa de un valor incalculable, dijo Rodríguez.
Aun así, a Pedro le quedaban anhelos por cumplir, rememoró los años 80, década de esplendor socioeconómico y auge en diversas manifestaciones artísticas cuando se propiciarían las pasantías de jóvenes extranjeros para enseñarles a danzar.
Con tales inquietudes, comienza a trabajar como representante de la Agencia de Viajes "Viadanza", encargada de la enseñanza a germanos de los ritmos autóctonos del patio, y una vez que obtuvo suficiente preparación, en el año 2000 empezó a gestionar las rutas con grupos extranjeros hasta La Habana, relató.
Al regresar a Cuba, cursó el posgrado de Dirección Escénica y con el asentamiento de los emprendimientos no estatales, en el 2010 se vinculó a la promoción de eventos, ambas habilidades propiciaron concentrar sus pasiones en lo que sería en 2022 la pequeña empresa Salseando Chévere SURL.
Nació de esta forma la primera institución no estatal de educación cultural, academia de bailes respaldada por el Consejo Nacional de las Artes Escénicas y la agencia cubana de viajes Ecotur.
El proyecto de colaboración mixta con socios alemanes, tiene como objetivos aunar la pasión por la danza en dos continentes y propiciar la reincorporación de los espacios públicos dedicados al baile dentro de la mayor de las Antillas, explicó.
Los viajes desde Alemania hasta Cuba se darían primero hacia La Habana y es en el 2017 cuando Santiago abriría las puertas para recibir grupos mensuales de aproximadamente 25 clientes, reveló.
Reincorporó, además, estas iniciativas culturales en rutas turísticas donde se experimenta la conexión entre la música y su representación en la danza popular.
Salseando Chévere es la materialización de la gestión inclaudicable de Pedro Rodríguez, los lazos de hermandad de ambas naciones y el interés común por preservar los atractivos bailes tradicionales cubanos.