Los Leñadores de Las Tunas buscarán quitarles el sueño a sus rivales en la primera edición de la Serie de las Américas, a disputarse en Nicaragua del 24 al 30 próximos, para agregar una corona regional a su palmarés histórico.
La llamada Pesadilla Oriental, campeona dos temporadas consecutivas en la Serie Nacional de Cuba, tratará -en una tierra de lagos y volcanes- de hacer leña las aspiraciones de sus contrarios y construir una hoguera gigante donde ardan las últimas decepciones que ha sufrido nuestro deporte nacional.
Luego de varios fracasos como el penúltimo lugar alcanzado por la selección nacional en el torneo Premier 12, que hizo caer a nuestro béisbol al décimo puesto del ranking mundial, la tropa verdirroja lleva la misión de rescatar el orgullo de una nación, donde la disciplina es un modo de vida.
El escenario no puede ser mejor para demostrar que, más allá de los problemas que atacan al deporte nacional, aún se pueden confeccionar selecciones competitivas y que a pesar de los descalabros de los últimos años en encuentros internacionales, la fábrica de peloteros cubanos sigue produciendo.
Abeicy Pantoja, timonel que lleva consigo uno de esos ángeles de la guarda que lo guía por los caminos correctos en un terreno de pelota, resulta el hombre indicado y además de rodearse de un excelente cuerpo técnico, solicitó un grupo de 11 refuerzos que eleva mucho el nivel del elenco.
Sus discípulos, que ya obtuvieron la medalla de plata en la Serie del Caribe de 2019, llevan más de dos semanas de entrenamiento para tratar de suplir la desventaja con respecto a sus contendientes, la mayoría de ellos con la sangre caliente luego de concluir sus ligas profesionales.
Con plantilla equilibrada que combina experiencia y juventud, los Leñadores cuentan con atletas claves que encarnan el espíritu combativo del equipo y que podría ser determinante con su liderazgo indiscutible.
A esto se suma una rotación sólida de lanzadores encabezada por el refuerzo matancero Yoannis Yera y un cuerpo ofensivo que ha demostrado capacidad de respuesta en momentos cruciales.
Sin embargo, la Serie de las Américas no será un paseo fácil. La Pesadilla se enfrentará a conjuntos con plantillas reforzadas, muchos con jugadores de experiencia internacional y provenientes de ligas altamente competitivas.
Para estar a la altura, los tuneros necesitarán mantener su disciplina táctica, aprovechar sus oportunidades ofensivas y apostar por una defensa impecable.
Otro aspecto medular será lograr adaptarse a las dinámicas del torneo, en un entorno diferente al de la Serie Nacional; además, jugar fuera de casa, lejos de la calidez de su afición, será un desafío que pondrá a prueba su fortaleza mental.
No obstante, si algo caracteriza a los Leñadores es su capacidad para superar adversidades. Este equipo ha demostrado en varias ocasiones que el trabajo en equipo y la pasión por el béisbol son sus principales armas.
Todos los partidos los jugarán en el Estadio Nacional Soberanía y harán su debut contra los anfitriones de Nicaragua, que aunque llevarán el uniforme de los Leones de León, campeón de su liga profesional, constituye una selección nacional.
Luego enfrentarán en días sucesivos a las Águilas Metropolitanas (Panamá), Curazao, Colombia (aún por definir el campeón de su liga) y a la escuadra argentina de Daom.
Si logran mantener su cohesión y estilo aguerrido, y desplegar su mejor juego, podrían sorprender y posicionarse como dignos representantes de Cuba en esta competencia fuera de fronteras. (Boris Luis Cabrera, ACN)