La teniente coronel Annia Betty Acosta Quevedo es una de las tantas mujeres que en la provincia de Cienfuegos organiza, dispone y ejecuta acciones para agilizar la atención al pueblo en las Unidades de Trámites, subordinadas al Ministerio del Interior (Minint).
Acosta Quevedo dirige la Unidad de Trámites 1 del municipio cabecera, un lugar que los cienfuegueros popularmente conocen como “el Carnet de Identidad.”
En declaraciones a la Agencia Cubana de Noticias, la oficial explicó que obviamente hay varones dentro de la especialidad, por ejemplo en la jefatura de la unidad de Abreus y en la de Trámites 2, del propio municipio de Cienfuegos, pero en realidad la mayoría de quienes dirigen o laboran en esos enclaves son oficiales y trabajadoras civiles del Minint.
Ellas te saludan desde la recepción, donde identifican los trámites que realizarán cientos de personas en el día, les revisan toda la documentación para confirmar no les falten los sellos -ya sea por la aplicación virtual Transfermóvil o la estampilla física-, así como otros certificos.
Para el segundo puesto se ubica el departamento de Biometría, donde hacen la foto y realizan las impresiones dactilares para la identificación, así como la firma del titular si es mayor de 16 años, porque a los menores los autorizan sus padres a realizar ese trámite.
El flujo continúa con el regreso de los clientes al salón de tramitación, donde otras trabajadoras ejecutan los trámites completos. Acto seguido lo revisa la persona que tramita y si está totalmente de acuerdo con los datos, entonces pasa al centro emisor.
Afirma la jefa de unidad que en esa instalación realizan varios tipos de trámites: documentos de identidad (tarjeta de menor o carnet de identidad) documentos de identidad y viaje (pasaportes) para todos los ciudadanos incluidos los niños, y cambio de dirección.
Además, agregó, atienden toda la documentación, el control, las auditorías a cada una de las diligencias, a los sellos, o sea, es un proceso distribuido entre las distintas funcionarias porque resulta una carga de trabajo bastante fuerte.
Indicó que cuentan con una supervisora, quien chequea la totalidad de las gestiones e incluso cuando se produce una irregularidad o duda se consulta en el centro emisor de pasaporte o carnet, en dependencia del tipo de encargo que sea, a fin de ser solucionado el problema.
La provincia de Cienfuegos posee nueve Oficinas de Trámites, una en cada municipio, más la Unidad de Trámites 2 en el municipio cabecera, donde realizan cambios de chapa, de circulación, revisión técnica, exámenes teóricos, prácticos, licencias de conducción, entre otros.
Aunque la jornada laboral para atender a la población de Cienfuegos es de ocho de la mañana a cinco de la tarde, a Annia Betty -como le gusta ser nombrada- puedes localizarla desde el amanecer y hasta casi el oscurecer en la oficina.
Y es que la actividad que dirige en el municipio cabecera requiere de una dedicación mayor, porque allí atienden a gran cantidad de población, heterogénea en edades, niveles educativos, intereses diversos, y a veces de muchas urgencias.
“En la mañana damos una información general al público, comenzamos llamando a las personas por el turno, estabilizo el salón ya con todos sentados y a la espera de ser atendidos, mientras una se encarga de la recepción, las otras se ocupan del flujo normal.
“Luego doy los turnos diarios al resto de la población que va por primera vez, porque da seguridad saber que será atendido y solucionará el problema tal día, a tal hora.
“Atendemos situaciones de urgencia, las pérdidas de documentos, los cambios de dirección, y después comienzo con la entrega de carnet y pasaportes a quienes ya tienen concluido sus trámites, y la tarde la dedicamos a atender a los arribantes a 16 años porque están dentro de las prioridades”.
Con una larga preparación, desde la licenciatura en Derecho; maestría realizada en el Instituto Superior del Minint de Villa Clara General de Brigada Luis Felipe Denis Díaz; hasta el curso especializado de Biometría, en Dactiloscopia, Annia Betty siente que ama su especialidad, a pesar de la consagración y entrega que requiere.
Cuenta que sus hijos son varones ya grandes e independientes, y tiene la cooperación del esposo en los menesteres hogareños, quien ha aprendido a cocinar y hacer de todo “bajo las balas”.
Lo dice en alusión a una complicidad matrimonial, o al estilo de soldados de la propia escuadra que defienden codo a codo el terruño desde la propia trinchera.