Conquistar a los visitantes con un tour por el Complejo Las Terrazas es lo que hace hoy Leonardo Pérez Reyes, guía de la Estación Ecológica Sierra del Rosario, en la provincia Artemisa.
Este guajirito proveniente de Guanajay desciende de uno los fundadores del proyecto Las Terrazas y hace 30 años integra el colectivo.
Cuando se creó el Hotel Moka se hizo una selección del personal que trabajaría y formé parte de las 26 personas que se prepararon para prestar servicios acá, comentó Pérez Reyes a la Agencia Cubana de Noticias.
Para llevar a cabo esta labor, dijo, estudié la carrera de Hotelería y Turismo y por los logros pasé a ser directivo del turismo, pero mi bichito por la naturaleza seguía ahí, y como domino el idioma inglés decidí irme por la parte comunicativa y acercarme a la estación ecológica, donde inicié como guía naturalista.
La pasión mía apunta a esto que hago, trekking, hiking y observación de aves y plantas; o sea senderismo, agregó el entrevistado.
Además, Leonardo se graduó de música, específicamente en instrumentos de viento, le gusta la artesanía y obtuvo un premio de grabado y un primer premio metálico en su territorio; sin embargo, nada lo aleja de su pasión por el medio ambiente.
Al preguntarle por su rutina diaria expresó que pertenece a un grupo de reserva forestal, que en coordinación con el hospedaje, están al tanto de la demanda de cada cliente para prestar sus servicios con horario abierto.
Realmente, acotó, los senderos se hacen muy temprano en la mañana, pero la modalidad de observaciones de aves tiene dos tiempos, uno en la mañana y otro en la tarde; pues ellas comen muy temprano y al caer la noche. Así funciona el trabajo durante esas temporadas.
En el invierno, el senderismo se puede hacer tanto en la mañana como en la tarde, pero en el verano, por la temperatura, solo se realiza un tour en la sesión matutina, explicó.
Para este hombre apasionado de lo que hace, Las Terrazas constituye un lugar que conserva sus raíces, regresándolo en el tiempo, donde fue testigo de todas las familias que hicieron posible esta comunidad llena de árboles y senderos.
Esa comunidad es mi vida, porque siempre he estado acá, y aunque he presenciado accidentes y momentos especiales, lo cierto resulta que todos los visitantes se llevan un pedacito de ella en su corazón y de Polo Montañez, confesó.
Menciono a Polo porque aquí hay mucho de él, su nombre tiene gran significado para este lugar y mi familia en particular, principalmente, mi hermana Gladys que actualmente canta en su grupo y fue él quien la guió en sus primeros pasos por la música.
A sus 58 años de edad, Pérez Reyes simplemente trata de ser él con los clientes y demuestra que conoce “Las Terrazas” de punta a cabo, con solo sugerir una locación para unas fotos.
Así, llamó la atención de esta periodista, que minutos después, se le acercó en busca de una historia bien contada.
Hoy este guía natural, explora nuevas rutas y cuenta con un equipo de trabajo integrado por geólogos e historiadores, que se unen en busca de aventuras y aprendizajes, que luego transmiten a los jóvenes que se acercan.
No pienso abandonar “Las Terrazas”. Antes de que el turismo llegara aquí, ya era un paraíso natural, donde todos comparten lo que tienen y reina la humildad; aunque el turismo se acabe, la comunidad jamás desaparecerá, aseguró.
Leonardo está en constante relación con el entorno y en su tiempo libre disfruta de la jardinería, recicla neumáticos para sembrar plantas, además de enseñarle a su nieta la importancia de cuidar el medio ambiente.
“Las Terrazas” es sinónimo de paz, tranquilidad, armonía, por eso todo el que visita este sitio se queda impresionado, y muchas veces regresa para celebrar su cumpleaños, aniversarios, hacerse sesiones de fotos o sencillamente disfrutar de un picnic; así como una buena excursión, donde no falte el paseo en bote o a caballo, el canopy, el baño en el Río San Juan y la incursión por la Casa de Polo Montañez. (Melissa Mavis Villar De Bardet, ACN)