Cuando pocos en Ciego de Ávila se aventuran a utilizar las aguas que se trasvasan en los 41 kilómetros (km) construidos y con valor de uso desde hace siete años del canal magistral Zaza-Ciego de Ávila, campesinos de Limones Palmero, en el municipio Majagua, le ponen alma, corazón y perseverancia a la idea y emplean el poco combustible que les asignan para la eliminación del marabú que forma parte del paisaje en esa zona.
Los protagonistas que convirtieron en realidad el sueño de explotar ese río artificial son los asociados a las Cooperativas de Crédito y Servicios (CCS) y de Producción Agropecuaria (CPA), ambas denominadas Antonio Palacio, ubicadas en esa comunidad del sur avileño.
En los meses finales del 2022 esos hombres de campo le metieron manos a la obra, o mejor aún, le fueron de frente al arbusto espinoso y lo han eliminado para, tierras debajo del cauce construido, sembrar arroz.
De esa primera experiencia habla Yadier Castillo Gómez, vicepresidente de la CPA.
“Entre ambas bases productivas cubrimos con el cereal 80,52 hectáreas (ha), de las que logramos 179,5 toneladas (t), con rendimientos promedios superiores a 2,48 toneladas por hectárea (t/ha).
“Lo acopiado durante 2023 nos permitió entregar las cantidades pactadas con la Empresa Agroindustrial de Granos Máximo Gómez, la cual nos suministró recursos y asesoría en el cultivo del demandado alimento”.
También aportamos a las instituciones sociales del municipio, garantizamos a los asociados, vendimos a la población y guardamos la semilla para esta recién concluida siembra de invierno, en la que ocupamos, en nuestro caso, 67,1 ha con las variedades lp-5 y Selección, dice el joven campesino.
Seguimos en el dresbroce del marabú porque queremos plantar otras 26,84 ha en la actual campaña de primavera, aunque el déficit de combustible nos atrasa, alega Iván Venegas Carbonell, presidente de la CPA.
“Ahora sí son reales las posibilidades de riego, esto estaba perdido, el buldócer no se veía por el gordo del marabú, pero por estos lares del sur de Majagua se respiran deseos de avanzar, de superar los obstáculos, se trata de uno de los granos más degustados por el cubano y los precios se disparan sin control dado la escasez”.
Los 15 socios de la CPA somos ganaderos, pero nos vamos a dedicar al arroz como principal renglón, aquí hay para prosperar y contribuir a disminuir los precios, comenta Iván.
Llevamos las cuentas a punta de lápiz y ya en esta tercera vez que incursionamos todo va mejor, no negamos la falta de recursos pero, si la voluntad se impone, hay resultados, explica el campesino mientras sus brazos se extienden como si fuera a abrazar el campo que tiene frente a él.
Las producciones de las dos cosechas anteriores, tanto de la CPA como de la CCS, fueron un regulador de los precios, pues en tanto otros vendían a 150 y 200 pesos la libra, nosotros la ofrecíamos a 80, 70 y 110 pesos; y tuvimos ganancias y los índices económicos no se deterioraron, enfatiza Iván.
“Este año queremos duplicar el salario, o sea, llegar a unos siete mil pesos cada mes, hemos trabajado para ello; en primer lugar ya nos hicimos de nuestra propia semilla, eso es un dinero ahorrado; y en segundo, la demanda de agua está garantizada y la hemos pagado en tiempo”.
Yadier es bastante preciso y claro en su afirmación: “Pueden seguir subiendo el precio del arroz, pero nosotros no, porque da ganancias, y que nadie diga lo contrario.
Ahora limpiamos más áreas, pero también damos las atenciones culturales a lo que está plantado. Por ejemplo -dice Yadier- fumigamos con herbicidas, damos pases de agua, foliamos con Fitomás y Merestén, y fangueamos con nuestros tractores.
La siembra de arroz ha sido una bendición, si jamás hemos tenido pérdidas, ahora mucho menos, mi proyecto de vida está aquí”, enfatiza con orgullo el joven majagüense.
Otro de los que empujan esa idea es Yosday Venegas Gómez, el primero en incursionar en el arroz por la CCS, quien agrega que en la etapa de frío sembró 13,42 ha, pero ya limpió otro terreno de igual tamaño, cuyo objetivo apunta a plantarla en esta campaña de primavera.
“Lo mío es no perder tiempo y aprovechar todo lo que pueda ser aprovechado; por eso, del marabú ya hice carbón y lo entregué al Sistema de Atención a la Familia (SAF) de la comunidad, pero estoy pensando en grandes producciones porque la Empresa Forestal paga a 22 pesos el kilogramo de este tipo de carburante, y aquí, lo que sobra es ese arbusto.”
Queremos ampliarnos –alega Oscar Bello Amargo, presidente de la CCS-- otros cuatro asociados preparan condiciones para sumarse al cultivo del arroz, con lo cual llegaríamos a unas 52 ha en total durante este año.
Las tierras –canal abajo– son buenas también para ají, frijoles, tomate, melón, calabaza, potencialidades que explotaremos, pues estamos dispuestos a echar adelante la producción de comida, asegura Oscar, quien nació y se crió en esos campos.
Para quienes toda una vida hemos vivido aquí y ya peinamos canas poder sembrar estas tierras, donde muchas veces lo hicieron nuestros padres y abuelos, es un privilegio y a la vez un compromiso. Ahora hay agua y seríamos muy ingratos si no la aprovecháramos por el bien de todos, habla Oscar y sus palabras se oyen con cierto orgullo.
Integrantes de la CCS Victoria de Girón, en Derramadero, otra de las comunidades del Consejo Popular de Limones Palmero, quieren sembrar también arroz con agua del Zaza-Ciego de Ávila.
Para ello ya solicitaron las tierras que colindan con el municipio de Venezuela, pues las de su patrimonio están alejadas del canal, argumenta Miguel Valdés, su presidente. Esperamos -dice- que las concedan, porque están improductivas, pobladas de marabú y a nosotros nos sobran deseos de verlas anegadas en agua y con arroz adentro.
La explotación del canal magistral Zaza-Ciego de Ávila por la zona de Limones Palmero ocurrió gracias al empuje de las máximas autoridades políticas de Majagua.
Para lograrlo fue determinante la labor de operarios de la Unidad Empresarial de Base de Mantenimiento e Hidrometría, perteneciente a la Empresa de Aprovechamiento Hidráulico en la provincia, que hicieron los canales secundarios –unos 18 km– para el riego, desde los puntos de entrega Tres, Cuatro, Cinco, Seis y Siete.
La siembra de arroz en la zona sur de Majagua gana popularidad por estos días, allí los hombres del campo se arriesgaron a “nadar” en la tierra, pero con agua de un canal, que pide a “gritos” usar más sus bondades por la mayor cantidad de productores de alimentos.