Víctor y su eterno tributo a los mártires de Cuba

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ACN - Cuba
Lubia Ulloa Trujillo
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07 Diciembre 2023
Foto: De la autora

Cada 7 de diciembre Víctor Castillo Cosme, natural de Ciego de Ávila,  cumple con un compromiso que para él es inviolable: rendir tributo a todos los internacionalistas que dieron sus vidas por la independencia de otras naciones.

   Este hombre, que el venidero 22 de enero llegará a sus siete décadas, por su baja estatura se ganó en Angola el sobrenombre de El Pionero, pero también el respeto de quienes al comenzar el año 1976 compartieron viaje y misión en Lobito, ciudad portuaria en la costa del Océano Atlántico, perteneciente a la provincia de Benguela.

   Han pasado los años, pero en mi mente y en mi corazón están los que no pudieron regresar a casa para contar a familiares y amigos la barbarie del apartheid de Sudáfrica en tierras angolanas. Mi eterno agradecimiento a todos, yo pude ser uno de ellos, dice, y una lágrima corre por su mejilla.

   Jonas Savimbi, al frente de la Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (Unita), hizo mucho mal en suelo africano, y las muertes de cubanos y angolanos son muestra de ello. Para quienes estuvimos allí sería imperdonable olvidar, comenta Víctor, quien como internacionalista integró el regimiento Glorias Combativas del Ejército Oriental.

   Recuerdo una conversación que tuve durante la travesía de 21 días desde el puerto de Nuevitas, Camagüey, hasta Lobito, con un combatiente que participó en la lucha de la Sierra Maestra, él me dijo más o menos así: “Todo hombre o mujer debe construir su propia historia para contársela a sus descendientes, pero ella debe estar llena de amor, sacrificio y entrega, solo así no será olvidada.”

   La mía es esta, no solo mis cuatro hijos la conocen, he tenido el privilegio de narrarla en primera persona también a mis nietos, refiere el avileño, que por muchos años formó parte de las Tropas Especiales de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.

   Entre las tantas vivencias de aquellos 10 largos meses en Angola, Víctor no olvida el día de la muerte de la enfermera Belkis Sotomayor debido a un accidente automovilístico.

   La vi todavía con vida, ella era avileña igual que yo, murió cumpliendo con su deber y allí, en el Regimiento, del que formaba parte de su dirección, le rendimos homenaje. Para orgullo nuestro un policlínico de la ciudad capital de Ciego de Ávila lleva su nombre, precisa este hombre que pasó su servicio militar activo en la Academia Naval cubana.

   “Yo integraba el grupo de la retaguardia de nuestras tropas, nos movíamos para todos lados, en una ocasión estuvimos bien cerca de atrapar a Savimbi, lo supimos porque llegamos de madrugada a un lugar donde había acampado, allí las cenizas estaban calientes, pero los días de persecución agotaron los aprovisionamientos que llevábamos y nos obligaron a retroceder en busca de ellos. Todos nos sentimos mal.”

   La mayoría de los seres humanos poseemos un amuleto de protección que puede ser de diferentes formas y orígenes, el de Víctor en Angola fue la foto que recibió en una carta enviada desde Cuba.

   Cuando fui a cumplir misión internacionalista, mi hija, la mayor de los cuatro que tengo, solo llevaba días de nacida, recuerdo que al abrir el sobre vi su carita inocente en aquella fotografía que besé, lloré porque la extrañaba mucho. Estaba físicamente bien lejos de ella, por lo que me puse ese retrato en un bolsillo del pantalón,  para mí fue mi talismán y la fortaleza para cuidarme y regresar a su lado, manifiesta con voz entrecortada.

   Hoy 7 de diciembre estará Víctor entre la multitud de avileños que en peregrinación hacia los panteones erigidos en cada uno de los municipios donde se les rinde homenaje desde 1989 a los cubanos caídos en misiones internacionalistas en países de África.

   En silencio, él acompañará a las madres, padres, esposas, esposos, hijos, de los que no se irán jamás de la memoria de un pueblo. (Lubia Ulloa Trujillo, ACN)