La Habana, 3 ene (ACN) Una contribución muy oportuna representó hace hoy 98 años la creación el 3 de enero de 1927 la Asociación de Técnicos Azucareros de Cuba (ATAC), cuyos objetivos esenciales estuvieron dirigidos con posterioridad al desarrollo científico-técnico y a la superación profesional de sus asociados.
Nuestra organización promueve esos propósitos mediante acciones específicas, basadas en las experiencias de vanguardia, las innovaciones y las nuevas tecnologías, tanto nacionales como extranjeras, para elevar la eficacia y la eficiencia, y el auge próspero y sostenible del sector cañero azucarero, comentó a la Agencia Cubana de Noticias, Eduardo Lamadrid Martínez, su presidente.
Poco después del triunfo de la Revolución Cubana el 1 de enero de 1959, hubo una plena identificación con la estrategia de rescatar la disciplina tecnológica y el fomento y gestión de proyectos que permitan avanzar en la trasformación energética, recordó Lamadrid Martínez.
De manera sucesiva, añadió, la exigencia de aplicar las normas técnicas en cada puesto de trabajo en bien de la calidad de la producción de azúcar y sus derivados.
Además, la convocatoria, organización y coauspicio de conferencias, cursos, seminarios, talleres, simposios e intercambios técnicos, nacionales e internacionales, en Cuba y en el extranjero, en coordinación con el Grupo Azucarero AZCUBA, al cual sirve de apoyo especializado a sus entidades y otras del estado cubano en materias relacionadas con la agroindustria azucarera y otras afines.
La Asociación de Técnicos Azucareros de Cuba llega este viernes al aniversario 98 de su constitución desde aquel 3 de enero de 1927, cuando poco después el Gobierno Provincial de La Habana aprobó su Reglamento, Sección de Orden Público y Registro de Asociaciones el 26 de febrero del propio año.
Los antecedentes de su formación datan de 1924, cuando en Honolulu, Hawai, se efectuó la Primera Conferencia Pan-Pacífica para la Conservación de Alimentos, que contó entre sus secciones de trabajo, con la dedicada a la Industria Azucarera.
Allí emergió la Sociedad Internacional de Tecnólogos de la Caña de Azúcar (ISSCT por sus siglas en inglés) y también se acordó organizar su Primer Congreso.
Solo tres años más tarde su segundo sería en La Habana, en una fecha de privilegiadas condiciones que disfrutaban los fabricantes de Cuba y Puerto Rico para abastecer la pujante demanda de Estados Unidos.
Entonces, el territorio cubano carecía de una asociación azucarera nacional con características similares para asegurar el encuentro, un hecho que constituyó la premisa catalizadora que propició su surgimiento.
Un grupo de 15 personas vinculadas al sector se reunió aquel 3 de enero de 1927 en el Midday Club, en el edificio del Royal Bank of Canadá, situado en La Habana Vieja, y fundaron la ATAC de una manera muy original: todos sus directivos eran extranjeros y solo uno tenía la ciudadanía cubana por ser oriundo de España.
La relación llamó la atención de los historiadores por el predominio estadounidense: otro de sus integrantes era portugués, uno más español y 12, el 80 por ciento, era norteamericano, cuyos intereses dominaban la industria azucarera hasta tal punto que por sus exportaciones de azúcar hacia ese mercado se obtuvo el 80 por ciento de sus ingresos