Ciego de Ávila, 10 jul (ACN) Con la capacitación de trabajadores de sectores como la Agricultura y Recursos Hidráulicos, y habitantes de comunidades del litoral sur de Cuba, el proyecto internacional Mi Costa crea condiciones para implementar soluciones de adaptación basadas en ecosistemas en áreas vulnerables al cambio climático.
La Unidad de Manejo Nacional de Mi Costa subrayó la importancia de los entrenamientos para ejecutar, posteriormente, acciones de restauración en áreas degradadas de humedales del sur de la Isla, lo que implica rehabilitar más de 14 mil 400 hectáreas de manglares, seis mil 500 de bosques de ciénagas y 920 de pastizales.
En el ámbito comunitario los entrenamientos contribuyen a sensibilizar a los pobladores con las tareas que emprenderá el proyecto, además de promover su integración y una respuesta efectiva ante las amenazas asociadas al cambio climático.
Orestes Perdomo, funcionario del Programa de las Naciones Unidas en Cuba, destacó la meta de capacitar, antes de concluir el año 2025, unas 165 mil personas, contemplados actores de entidades económicas y sociales, y habitantes de los 24 municipios y las siete comunidades implicadas en Mi Costa.
Para cumplimentar ese propósito, con financiamiento del Fondo Verde del Clima y el gobierno cubano fueron fortalecidas las condiciones en centros de creación de capacidades del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma).
Además, se constituyeron aulas anexas en los territorios implicados, donde disponen de mobiliario, materiales didácticos y moderna tecnología para el proceso educativo.
Un programa de formación de formadores, sustentado en metodología de la educación popular y diseñado por la representación de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales en Cuba, asegura el entrenamiento de personas para su posterior desempeño como facilitadores o mediadores en la educación de otros individuos.
El cronograma de estudio contempla lecciones referidas a la adaptación al cambio climático, los ecosistemas de manglares, el manejo de suelos y recursos hídricos, las especies exóticas invasoras, género e inclusión social, y herramientas para reducir vulnerabilidades y aumentar la resiliencia ante las variaciones climáticas.
A estos suman otros relacionados con la población y dinámica demográfica, y los presupuestos teórico-metodológicos de la educación popular.
José Manuel Guzmán Menéndez, director nacional del proyecto internacional Mi Costa, significó que por un periodo de ocho años de inversión y 22 de mantenimiento, intervienen en Pinar del Río, Artemisa y Mayabeque (Tramo 1) y Ciego de Ávila, Camagüey, Las Tunas y Granma (Tramo 2).
Esa iniciativa global aborda los principales elementos del Plan del Estado Cubano para el Enfrentamiento al Cambio Climático (Tarea Vida) y responde al interés de proteger la zona costera en los municipios más vulnerables del sur del país.
Alrededor de 1,3 millones de personas, residentes en siete asentamientos costeros y 24 municipios, se beneficiarán con este proyecto, que prevé aumentar la resiliencia al cambio climático mediante acciones formativas y soluciones de adaptación basadas en ecosistemas.
Guzmán Menéndez enfatizó que las acciones del proyecto Mi Costa contribuirán al mejoramiento de los suelos y la calidad y disponibilidad de recursos hídricos para actividades económicas y sociales, por tanto, se espera un impacto positivo en el programa de producción de alimentos.
Hiorvanys Espinosa Pérez, vicegobernador de Ciego de Ávila, valoró la posibilidad de continuar fortaleciendo la red de vigilancia hidrometeorológica al facilitarse una moderna tecnología para el control de las variables climáticas y el monitorio de la calidad del agua en un área con antecedentes de afectaciones por la intrusión salina.
Acentuó que de esta manera se materializa la Tarea Vida, concebida por el Líder Histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, como parte de sus empeños para promover la protección del medio ambiente y el uso eficiente de los recursos naturales, con el objetivo de preservar la vida en el planeta.