Artemisa, 16 abr (ACN) El amor por la conservación de los recursos naturales motivó la realización en la Sierra del Rosario del Primer Encuentro Nacional de la Red de jóvenes de Reservas de Biosferas, un espacio para compartir ideas, proyectos, conocimientos, experiencias y buenas prácticas.
La Doctora en Ciencias Maritza García García, presidenta de la Agencia de Medio Ambiente (AMA) y del comité MaB cubano (Programa sobre El Hombre y la Biosfera, en inglés), elogió la oportunidad de intercambio con la nueva generación que representa a las Reservas de Biosfera de todo el país.
Han viajado de “mochileros”, con empeño, desde Santiago de Cuba hasta la Sierra del Rosario, sostuvo: entienden su misión de dar continuidad a la obra iniciada por los primeros jóvenes que comenzaron a interactuar en Cuba y en el exterior, a través del programa sobre El Hombre y la Biosfera.
El geólogo Víctor Gutiérrez Gómez, activista de la Red, declaró a la ACN que antes se organizaban actividades de educación ambiental en cada reserva, pero no había sinergia entre todos los jóvenes; entonces, surgió la idea de aglutinarlos, conocerse y compartir experiencias.
A partir de este encuentro, se trazará una línea base y un plan de acción que refuerce la motivación a investigar y mejorar la calidad de vida dentro de estos espacios naturales, afirmó; no será solo proteger el medio ambiente sino propiciar la superación, crecer como seres humanos y como investigadores.
El propósito consiste en inspirar a estos 80 jóvenes y trabajar juntos para construir un futuro sostenible en armonía con la naturaleza, agregó.
Diversos temas ocuparon la jornada, como la necesidad de empoderarse de todas las herramientas y derechos, desde gozar de un medio ambiente sano hasta una visibilidad superior a los productos que emergen de estos sitios, y la necesidad de potenciar el recurso tierra como proveedor de alimentos, ingresos y sostenibilidad.
Mientras se sucedían conferencias y debates, 50 estudiantes del plantel República Oriental del Uruguay, ubicado en la comunidad, irrumpieron en el lugar como parte de una acampada prevista en su escuela de verano; mostraron sus conocimientos sobre la fauna endémica y la importancia de las aves como controladores ecológicos.
En medio del canto de tocororos y un paisaje majestuoso, hasta el viernes 19 un grupo de jóvenes estrecha sus lazos y comparte con Iberoamérica desde las redes lo útil de unir las tecnologías de la información y las comunicaciones y el manejo adecuado de los recursos naturales.