Noryaisy Abreu Romero, la ciencia también tiene nombre de mujer

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ACN - Cuba
Dianelis Díaz Bueno | Foto: de Radio Guantánamo
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11 Febrero 2025

Guantánamo, 11 feb (ACN) Quien busque un ejemplo de tenacidad con rostro de mujer, que se dirija al Centro de Desarrollo de la Montaña (CDM), en El Salvador, Guantánamo, donde entre los mismos muros de cuando se creó el Centro que ayudó a levantar a los 15 años como voluntaria, Noryaisy Abreu Romero, hoy subdirectora de la institución, teje una historia de esfuerzo y ciencia, como raíces de un mismo árbol.

   Apoyaba con otros jóvenes ejemplares en trabajos voluntarios, en lo que fuera necesario, sin tener idea de lo que se construiría allí, solo sabía que trabajar duro era parte de nuestro deber, y no imaginaba que aquel lugar moldearía mi vida, contó Abreu Romero a la Agencia Cubana de Noticias, con una sonrisa de nostalgia.

   En 1994, cuando el CDM abrió sus puertas, una convocatoria buscaba personal joven de apoyo y, con 17 años de edad, entró como auxiliar de limpieza, un rol que hoy se llama auxiliar de apoyo a la investigación.

   Mantenía limpio el lugar, pero también observaba lo que hacían los científicos del laboratorio de Microbiología, hasta que me permitieron ayudarlos en las labores técnicas, lo cual me permitió aprender, ganar en conocimientos y habilidades del trabajo con las plagas, las enfermedades, las variedades y los cultivos, rememoró a propósito de la celebración del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, que se celebra cada 11 de febrero.

   La institución no solo la incentivó a formarse ―con ascenso de técnico medio a licenciada en Estudios Socioculturales y luego a especialista en Producción Sostenible de Café y Cacao―, sino que reconoció su talento antes incluso de los títulos.

   Me promovieron por mis habilidades adquiridas en los laboratorios y eso me facilitó postularme con un amplio currículum a la categoría de investigador, explicó con orgullo.

   Hoy, como Investigador Agregado en tránsito a Auxiliar, ostenta la categoría de Investigadora Científica, trabaja en proyectos enfocados en productos naturales, en la evaluación de sus potencialidades para la producción agrobiológica, y es esta su principal línea de investigación, la microbiología.

   Manifestó que también ha contribuido en proyectos relacionados con el desarrollo de la biodiversidad agrícola y educación ambiental, con estudios dirigidos a la investigación sobre la salud de las plantas y los cultivos.

   Su trayectoria trasciende el laboratorio: formó parte de la dirección del Comité de Base de la Unión de Jóvenes Comunistas, del Partido Comunista de Cuba, integrante de la cantera de cuadros del CDM y desde hace siete años, subdirectora del centro.

   La gestión administrativa consume tiempo, pero todo aquí gira en torno a la ciencia; superviso cada investigación que llega a mis manos, lo cual amplía mi visión y me enseñan las potencialidades de nuestros científicos y estaré en el cargo hasta que se decida, comentó.

   En marzo de 2023, su compromiso la llevó a un nuevo desafío: resultó electa Diputada a la Asamblea Nacional del Poder Popular por el municipio de El Salvador, para la Décima Legislatura.

   Nunca lo imaginé, dijo, me sorprendió muchísimo que me eligieran desde los plenos de la FMC (Federación de Mujeres Cubanas) y la CTC (Central de Trabajadores de Cuba), pero fue decisión de la comunidad, que vio en mí a la persona que representaría a todo un municipio y al país, como portavoz del pueblo, en la defensa del mismo y en ayudar al desarrollo de cada territorio dondequiera que esté, afirmó.

   Galardonada con el Sello Forjadores del Futuro, el Premio Anual al Resultado Científico y la Distinción Dr. Juan Tomás Roig, Noryaisy no se detiene, aspira a ascender a la categoría investigativa superior y consolidar al CDM ―único centro de investigación en Guantánamo―, como referente nacional.

   El CDM es más que un logro profesional, también es un legado familiar.

   "Mi hijo nació aquí y se formó como técnico, cuatro de mis hermanos trabajaron en el centro y dos siguen como investigadores, éramos campesinos sin idea de investigaciones, y hoy publicamos nuestros resultados en revistas".

   El Centro nos dio eso, ahora toda la familia y la comunidad, antes ajena a la ciencia, nos reconoce como los científicos de Monte Ruz, expresó emocionada.

   A sus 48 años, con una sonrisa que desarma y un carácter forjado entre microscopios y gestiones administrativas, Noryaisy sabe que su camino no fue fácil.

   "Como parte de mi desarrollo profesional, dedicado completamente a la ciencia, tuve un solo hijo, pero aquí, en el CDM, me siento realizada y amo lo que hago, a esto le debo todo lo que soy".

   En el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, el de Noryaisy Abreu Romero no es solo un ejemplo a seguir, sino también un recordatorio de que las oportunidades se construyen, poco a poco, con las manos dispuestas al trabajo, desde la limpieza hasta el análisis de muestras y, sobre todo, a creer en sí mismas.