Otra vez las tortugas marinas hacia Los Canarreos

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ACN - Cuba
Linet Gordillo Guillama | Foto: Archivo
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23 Junio 2024

Nueva Gerona, 23 jun (ACN) El archipiélago de Los Canarreos, entre cuyos islotes destacan Isla de la Juventud y Cayo Largo del Sur, es uno de los puntos favoritos de la tortuga marina en esta parte del planeta —después de Tortuguero en Costa Rica, Yucatán en México e Isla Ave en Venezuela— para nidificar cada temporada.

   En la Estación de Rescate de la Tortuga Marina —incluida en el itinerario de las opciones extra hoteleras del destino turístico— se les sugiere a los visitantes no desandar en las noches por la duna a fin de preservar la población de las tortugas verde (Chelonia mydas) y la caguama (Caretta caretta), ejemplares que llegan a desovar fundamentalmente de mayo a septiembre.

   La apacible quietud del litoral en Isla de la Juventud se rompe cuando centenares de esas especies a las que se suman marinas arriban a las remotas y casi vírgenes playas del este y el sur territorio para desovar en la arena, en un ritual que se repite cada año como un canto a la vida.

   En toda el área del mar Caribe estos anfibios son patrimonio común. Entre las especies que anidan en las costas pineras destaca la caguama, la tortuga verde y la tortuga boba (Caretta caretta), todas amenazadas en su supervivencia en mayor o menor medida, y el carey (Eretmochelys imbricata) en peligro crítico de extinción.

   Estos seres herbívoros ponen hasta 150 huevos por nido y desovan varias veces en cada estación. Con ello compensan las altas tasas de mortalidad que impiden a la mayoría de esas criaturas carismáticas llegar a la adultez, debido a depredadores como cangrejos, aves y otros habitantes marinos o del litoral, que se alimentan de las crías.

   Esos quelonios habitan el planeta hace más de 100 millones de años por lo que se les considera entre las especies más antiguas y representan un grupo de reptiles que compartió hábitat en el planeta con los extintos dinosaurios.

   Su permanencia entre las especies subacuáticas, más allá de la sobre pesca a la que han sido sometidas por siglos y el cambio climático con severos impactos en sus poblaciones, requiere de estrategias y acciones plurinacionales que permitan salvarlas del peligro de extinción.