La Habana, 17 ene (ACN) El Movimiento de usuarios del biogás (MUB) anunció en esta capital su estrategia de desarrollo para un nuevo período a partir de 2025 de ese combustible generado en medios naturales, energía de componente renovable y limpio, de su uso cíclico y, sobre todo, el ahorro que implica.
Una de las acciones para su puesta en práctica consiste en el apoyo y colaboración de las autoridades y actores locales de nuestra agrupación, de carácter voluntario y solidario, vinculada a su tecnología con vistas a la promoción de una cultura ambiental sostenible.
José Antonio Guardado Chacón, Doctor en ciencia y presidente de su red, informó también a la Agencia Cubana de Noticias que en su implementación es imprescindible disponer de condiciones tecnológicas constructivas, potencialidades de materia orgánica, agua, fuerza técnica, materiales y utensilios, condiciones geográficas y geológicas.
También diseño y su adecuación, características a interés del usuario, calificación, posibilidades de reuso de los productos finales, mantenimiento y rentabilidad, incluso como bien común.
Guardado Chacón expresó la certeza de que es posible avanzar en ese sentido y ejemplifico con estadísticas, según la cuales, hasta 2018, se habían construido en Cuba 4 mil 500 digestores o contenedores herméticos, donde se depositan los residuos orgánicos de origen animal o vegetal para propiciar las condiciones adecuadas del proceso de digestión anaerobia que generará el biogás y los digestatos (fertilizantes orgánicos).
Una cifra superior a los cinco mil 500 usuarios habían sido capacitados, agregó el experto que forma parte de la junta directiva de la Sociedad Cubana para la Promoción de las Fuentes Renovables de Energía y el Respeto Ambiental (CUBASOLAR).
Cuba tiene condiciones para el desarrollo energético sostenible y contribuir a la solución de la actual situación electroenergética nacional, de acuerdo con esa organización, con 30 años de experiencia en el sector.
El MUB surgió en 1984 y en su desarrollo se ha caracterizado por el fomento de encuentros nacionales e internacionales, entre estos en la Red de Biodigestores para Latino América y el Caribe, nacida en 2009, talleres en la mayoría de las provincias del país y reuniones internas sobre resultados de su gestión.