Guantánamo, 25 oct (ACN) A cuatro días del paso del huracán Oscar por Guantánamo, en San Antonio del Sur, uno de los municipios más afectados, el fenómeno natural dejó huellas profundas en la comunidad y en sus servicios de salud, los cuales comienzan a recuperarse con el apoyo del personal médico y trabajadores del sector.
Odelia Alba Leyva, técnica de Protección Física, es un ejemplo palpable de ese sacrificio, ella camina un trayecto de un kilómetro por el río para llegar a su puesto de trabajo en el Policlínico IV Congreso del Partido.
Aunque mis pertenencias se dañaron por las inundaciones, siento que mi situación es menos grave en comparación con los residentes de la zona cabecera, porque mi barrio, Ojo de Agua, se encuentra en una zona elevada y no hubo necesidad de evacuación, pero aún así fue tanta agua que tuvimos que sacar los colchones, secar los asientos y la ropa; ahora nos queda muy poco, relata.
El policlínico IV Congreso es uno de los dos del municipio San Antonio del Sur y el que más estragos sufrió, asegura Denia Rodríguez Rodríguez, su directora, y detalló que perdieron el 60 por ciento de los equipos, mientras recordaba el primer día después del desastre.
Refirió que desde el inicio contaron con ayuda del municipio de Caimanera, de donde llegaron 30 trabajadores y lograron remediar la peor parte, “gracias a ellos rescatamos varios servicios, algo que no se esperaba”, comentó.
La situación es abrumadora, 189 trabajadores en distintos departamentos fueron afectados, algunos han sufrido daños totales en sus áreas, pero ante la adversidad un grupo se mantuvo firme para rescatar los servicios vitales, la comunidad necesitaba atención médica y a eso se dedicó su equipo.
Maritza Turro, llena de gratitud y esperanza, se ha convertido en voz de muchos que han enfrentado la adversidad tras el paso del huracán, su madre, residente en San Antonio del Sur, ha padecido de vómitos, diarrea y fiebre y no escatimó en resaltar la atención oportuna y dedicada que ha recibido por el sistema de salud pública.
Actualmente el policlínico IV Congreso continúa la atención a varios pacientes entre niños, embarazadas y adultos, quienes han sido tratados y regresaron a sus casas con el tratamiento médico, mientras los que requieren de atención más especializada se han remitido al Hospital General Docente Agustino Neto, precisa la directora.
La ayuda no se ha hecho esperar, la Dirección Municipal de Salud, los trabajadores de otros municipios de la provincia han traído recursos, la Empresa Comercializadora y Distribuidora de Medicamentos, Encomed, envió los más urgentes, según Denia, y todos lo tienen contabilizado en su farmacia, la que afortunadamente lograron rescatar.
Además, gracias a jóvenes electromédicos que se dirigieron hasta aquí, pudimos salvar los equipos de ultrasonido y electrocardiograma, remarca.
Recuperaron también el equipo para operaciones de patología de cuello, los ventiladores y desfibriladores de la terapia y esperan los refrigeradores de la farmacia para recibir los medicamentos de la cadena de frío.
Se restableció el servicio de un ultrasonido, pero perdieron el equipo prenatal, y reactivaron los servicios esenciales: electrocardiograma, cirugía, terapia, cuerpo de guardia, observación y farmacia, mientras el laboratorio clínico y la parte de hospitalización son objetivos en los que trabajarán en lo adelante.
De los 18 consultorios de salud que funcionan en la zona, seis fueron golpeados con saña por la tormenta: los de Macambo, La Playa, Mincin, Cultura, Oquendo y Buena Vista, con lo cual se afecta la atención de seis mil 420 personas.
Roturas en sus techos o completamente destruidos es el saldo en muchos de esos inmuebles, que tendrán en algunos casos que reconstruirse totalmente, advirtió el doctor Madiel Cobas Matos, director general de salud en San Antonio del Sur y que lidera los esfuerzos de la recuperación.
En medio de este desafío, han contado con médicos procedentes de otros lugares, quienes trabajan codo a codo con el equipo local en el restablecimiento de los servicios vitales y se trabaja arduamente para mantener la atención primaria de salud en todo el municipio, asegura.
La Universidad de Ciencias Médicas envió 30 estudiantes de Medicina, que se dedican a las pesquisas activas para detectar síntomas preocupantes como diarrea y fiebre entre los afectados, además, reparten tabletas de cloro entre la población vulnerable para tratar el agua y prevenir enfermedades.
A pesar del panorama que enfrentan, el doctor Cobas Matos destacó con optimismo que saldrán adelante; gracias a la cooperación de todos, el compromiso es de levantarnos, sin descanso.
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