Jardín Ave del Paraíso, un remanso de vida en Santiago de Cuba

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ACN - Cuba
Nelson Hair Melik Marrero
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20 Abril 2025

En la carretera a la Gran Piedra, paraje montañoso de importantes atractivos turísticos, a unos 13 kilómetros de la ciudad de Santiago de Cuba, florece el Jardín Ave del Paraíso, como testimonio vivo de la riqueza natural, cultural y espiritual de la región oriental del país.

   Erigido sobre las ruinas de una hacienda cafetalera construida por emigrados franceses a inicios del siglo XIX, a mil 110 metros sobre el nivel del mar y con un microclima característico, el vergel hace gala de la flora exclusiva de la zona.

   Según refirió a la Agencia Cubana de Noticias Gloria María Ruíz Moré, su directora, en sus cuatro hectáreas (ha) atesora más de 600 variedades de flores, entre ellas la que da nombre al lugar: ave del paraíso (Strelitzia reginae), especie de angiosperma herbácea, originaria de Sudáfrica.

   Además, agapanthus con hojas que protegen los muros del sitio de la erosión; la mariposa, Flor Nacional; anturios rojos, orquídeas, lirios, rosas en miniaturas, gardenias, encajes de la reina y francés, azucenas, camelias, geranios y claveles, siendo muchas de ellas empleadas como arreglos florales en actividades de homenaje y tributo, o comercializadas en las tiendas del centro urbano, cabecera provincial.

   El sitio, fundado por el Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque, cuenta con siete trabajadores y alberga gran diversidad de helechos, eucaliptos, pinos maestrenses, cubenses, cipreses y frutales.

   El jardín invita con su flora, sombras acogedoras y atmósfera natural a redescubrir el equilibrio entre el ser humano y su entorno, al silencio y la contemplación de la belleza de ese refugio verde y cultural, en el cual la biodiversidad y la identidad conviven en armonía.

   Aquí, la naturaleza no se observa desde lejos: se vive; es una experiencia transformadora, afirma Mamita, como la conocen los más allegados, a sus cuatro décadas de trabajo con la sencillez que caracteriza a los pobladores de ese macizo montañoso.

   Señaló sentirse orgullosa de la labor realizada, a fin de contribuir al cuidado del medio ambiente y al disfrute de los visitantes nacionales e internacionales, quienes al llegar reciben una breve explicación de los valores del lugar y tienen la opción de llevarse alguna flor o ramo.  

   La experiencia en este espacio va más allá de lo visual, en tanto que se disfruta del aire fresco, escuchan sonidos naturales, y se sensibiliza sobre la importancia de la sostenibilidad y de conservar la riqueza ecológica del área para el presente y el futuro.

   Gloria María cuenta, además,  que cada planta posee su historia, y relata la existencia de un árbol con más de 200 años, cuyas hojas fueron utilizadas en el amarre de sacos y ramos de flores y en la creación de sombreros, cintas y canastas para la recogida de productos.

   De acuerdo con quien fue diputada a la Asamblea Nacional del Poder Popular, se prevé incorporar un sistema de riego, en favor de las plantas y añadir dos hectáreas más al terreno que ocupan, así como la creación de un restaurante, con el propósito de ofrecer platos típicos, jugos y dulces realizados con alimentos cosechados en esa área.

   Además, el arreglo integral de la carretera que conduce a la zona beneficiará a los pobladores, al desarrollo del turismo de naturaleza y contribuirá al abastecimiento de la urbe indómita de productos como café, frutas, ñame y malanga, entre otros.

   El Jardín Ave del Paraíso se encuentra en el área de la Reserva de la Biosfera Baconao, donde existen otros atractivos turísticos como el cafetal La Isabélica, un hotel y la Gran Piedra, roca gigante con 51 metros de largo, 25 de alto y 30 de ancho, y un peso aproximado de 70 mil toneladas, siendo mirador natural desde el cual se pueden divisar la costa sur oriental y la Sierra Maestra.