Hogar de niños sin amparo familiar: Abrigo pinero de esperanza (+Fotos, Video y Pódcast)

Compartir

ACN - Cuba
Linet Gordillo Guillama | Fotos: Yoan Pérez González
138
22 Diciembre 2024

Nueva Gerona, 22 dic (ACN) Visitar la Casa de niños sin amparo familiar es una experiencia desgarradora y gratificante a partes iguales. Detrás de cada carita infantil o adolescente yacen complejas historias familiares, a menudo marcadas por el maltrato y el abandono. Sin embargo, sobre estas adversidades florece la esperanza.

Lea también: Reafirman peso de infancias y juventudes para futuro de la Patria

Valoran marcha de Política de Niñez, Adolescencias y Juventudes

   Pedro Pablo Pérez Elíxir y Jennifer Columbié Enamorado, quienes han vivido durante varios años en ese inmueble, están a punto de cumplir la mayoría de edad, límite para su estancia en la aludida institución educacional. Pero, ellos saben que el Estado cubano continuará apoyándolos hasta que se establezcan social y laboralmente.

   Me gustan los animales, por eso estudio Veterinaria y cuando termine el próximo curso ya seré Técnico Medio. Espero poder trabajar en una cooperativa durante algún tiempo y después tratar mascotas en una clínica, dice con seguridad Pedro a la Agencia Cubana de Noticias. 

   Como a la mayoría de los adolescentes de su edad, le encanta la música y el baile, por lo que integra comparsas y ruedas de casino cada vez que tiene la oportunidad, además, practica kárate, lo que le ayuda a mantenerse en forma y atraer la atención de las chicas.

   Con Jennifer, la charla es aún más espontánea e informal. A sus 17 años de edad, tiene bien definida su vocación y establecidas sus prioridades. 

   No tuve dudas a la hora de elegir mis estudios porque siempre me ha interesado trabajar con niños pequeños, por eso opté por formarme como educadora de Círculo Infantil y estoy feliz con mi decisión, asegura convencida.

   A esta jovencita —a quien le encanta la moda y el maquillaje, y disfruta sentarse en el parque con los amigos para compartir sueños— no le inquieta su futuro, sabe que cuando cumpla los 18 años recibirá una vivienda con lo necesario para vivir y un estipendio de Asistencia Social para sus gastos básicos hasta que comience a trabajar.

   Al igual que Pedro, Jennifer se mantendrá vinculada al Hogar, su casa durante muchos años, donde están sus hermanos, familia y mejores recuerdos. Ese abrigo de esperanza en el que volvieron a sonreír y a soñar.