Cirugía Maxilofacial: el trabajo en equipo lo puede todo

Compartir

ACN - Cuba
Oscar Alfonso Sosa | Fotos: del autor
307
25 Abril 2025

  El trabajo en equipo es la razón principal que permite a los Servicios de Cirugía Maxilofacial, en la provincia de Sancti Spíritus, transmitir a los pacientes la confianza de que, quien llegue a ellos, saldrá con solución a su problema y una atención distintiva y muy profesional.

   La certeza del doctor Miguel Ramírez Cruz llega con el matiz de la sapiencia, de quien atesora más de cuatro décadas formando estomatólogos y especialistas, con marcada vinculación  con la cirugía.

   De hablar pausado, pero con un verbo muy preciso, el hoy jefe del Departamento de Cirugía Maxilofacial del Hospital Provincial General Camilo Cienfuegos, sabe de todas las carencias actuales, de las limitaciones que les imposibilitan acceder a tecnología de avanzada o a instrumentales más modernos, pero entiende de manera excepcional el poder de la vocación y la entrega.

   Y entonces recurre a la memoria para llegar a esos inicios con el profesor Santiesteban, como se le conoce en el escenario de la medicina espirituana a quien fuera iniciador en la preparación de especialistas maxilofaciales en la referida institución hospitalaria.

   Puedo hablar de exigencia, subrayó Ramírez Cruz, pero también de la ética, de la superación permanente, la dedicación, la profesionalidad,  de los valores humanos, aspectos que aprendimos en el aula y en los salones.

   Con la guía de los antecesores, nos adentramos en el mundo de la traumatología, ya fuera de mandíbula como de otras partes de la anatomía cercana, en la cabeza, acotó. Dominamos la manera de enfrentar los complejos trastornos temporomandibulares y la cirugía ortognática, encargada de corregir las deformidades dento-craneo-maxilofaciales mediante movimientos óseos maxilares y mandibulares, para lograr el equilibrio perfecto entre todas las características faciales del paciente.

   Y en todo ello, puntualizó el entrevistado, combinaba mi preparación como especialista con la docencia, de la que nunca me he separado desde la segunda mitad de los años 80 del pasado siglo, cuando, casi recién graduado, asumo la responsabilidad de preparar a técnicos medios en Estomatología, en el policlínico número 2 de Cabaiguán.

   Eso incluía el apoyo a los jóvenes en la gestión de sus tesis de grado, en las investigaciones y  la realización final de los ejercicios para su graduación, aclaró.

   Después llegó el trabajo como estomatólogo en el conocido Politécnico de la Salud y, posteriormente, lo ubican en la Clínica Estomatológica Provincial, inmerso todo el tiempo en la cirugía bucal, un anhelo primario.

   Hasta que me hago especialista maxilofacial y paso a formar parte de un servicio de distinción en el sector de esta región central, pero sin desligarme de la actividad docente, destacó.

   Cubrimos todas las necesidades de la provincia en el centro y con colegas que ofrecen sus consultas en Yaguajay y Trinidad, pues llegarle a todos los espirituanos es nuestra máxima, aseveró.

   En 2010, arropado por la experiencia y los conocimientos renovados por el magisterio médico, el doctor Miguel Ramírez Cruz llegó a Venezuela, entre los tantos cubanos que prestaron colaboración médica.

   Fueron tres años durante los cuales aprendí mucho más y de los que regresé siendo mejor profesional en todos los sentidos, reveló, y concluida esa misión, asumo la responsabilidad del Grupo Provincial de Cirugía Maxilofacial y del servicio del departamento, que aún ejerzo.

   Por esa etapa cobraba vida aquí en Sancti Spíritus la Implantología, tecnología de avanzada que sólo existía en La Habana y, luego, en Santa Clara y Cienfuegos.

   Colocar implantes daba solución efectiva a problemas muy puntuales de la salud dental, pero resultaba costoso y por los efectos del bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos era imposible sostenerlos, situación que se agravó con la llegada de la COVID-19.

   El reto mayor en ese momento, rememoró el galeno, fue mantener vivo el servicio en el Hospital Provincial porque en los municipios se detuvo y asumimos a todos los pacientes aquí.

   Nuestro personal apoyó la parte asistencial y todo cuanto hizo falta en las salas, directamente con los enfermos, bajo el principio de no detener el quehacer de nuestras áreas, con prioridad para las urgencias y otras atenciones priorizadas, significó.

   Como nunca antes las afectaciones de recursos se han arreciado, pero tampoco han dejado de atender a un paciente con cualquiera de los trastornos o enfermedades vinculados a la especialidad.

   Y distingo aquí, insistió, la atención puntual al cáncer de cabeza y cuello, enfermedad de alta presencia y prioritaria en el desempeño del colectivo, que mantiene el cuidado a los enfermos, pese a la imposibilidad de acceder a muchos recursos, como consecuencia del cerco económico recrudecido.

   Esa situación se prolonga, pero nunca cerraremos una consulta, jamás renunciaremos a la atención a cualquiera que necesite de nuestras prestaciones, porque somos un equipo con vocación, entrega y dignidad, muy preparado profesionalmente y yo estaré todo el tiempo dispuesto, aseveró el hoy profesor consultante de la Universidad de Ciencias Médicas del territorio espirituano.